martes, 23 de noviembre de 2010

Beata Laura Montoya: Fundadora de las misioneras de María Inmaculada y Sta. Catalina de Siena (Madre Laura)


DATOS BIOGRAFICOS
La madre Laura Montoya Upegui nació en Jericó, pequeña población del departamento de Antioquia (Colombia), el 26 de mayo de 1874, en el hogar de Juan de la Cruz Montoya y Dolores Upegui, una familia profundamente cristiana- tenia dos años cuando su padre fue asesinado por defender la religión y la patria. Dejo a su esposa y a sus tres hijos en orfandad y dura pobreza, pues los bienes fueron confiscados. De labios de si madre, Laura aprendió a perdonar y a fortalecer su carácter con cristianos sentimientos; el conocimiento y el amor de Dios despuntaron en su alma desde tierna edad y Él se le dio a conocer en hondas experiencias trinitarias que la llevaron en continua ascensión hasta las alturas de la mística.
A la edad de 16 años ingresa en la Normal de Institutoras de Medellín para se maestra y de esta manera ganarse el sustento. En 1914 funda una familia religiosa: las Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena. En su Autobiografía escribe: “Necesitaba mujeres intrépidas, valientes, inflamadas en el amor de Dios que pudieran asimilar su vida a la de los pobres habitantes de la selva, para levantarlos hacia Dios”.
Con su palabra y su ejemplo formo el corazón de sus discípulas en el amor a la Eucaristía y en los valores cristianos. Comprende la dignidad humana y la vocación divina indígena; por eso se inserta en su cultura y quiere vivir como ellos en pobreza, sencillez y humildad, y de esta manera derribar el muro de discriminación racial existente. Su obra apostólica rompió esquemas, para lanzar a la mujer como misionera en la vanguardia de la evangelización en América Latina.
La Madre Laura vive para la Iglesia, a la que ama entrañablemente, y para extender sus fronteras no mide dificultades, sacrificios ni humillaciones. Después de una larga y penosa agonía, murió en Medellín l 21 de octubre de 1949. En la actualidad las Misioneras trabajan en 19 países de América, África y Europa.
La Madre Laura recibe el titulo de Venerable el 22 de enero de 1991. El 7 de julio de 2003 es promulgado el decreto de su beatificación. El 25 de abril de 2004 en la Plaza de San Pedro en Roma, es beatificada por el papa Juan Pablo II.
DE SUS ESCRITOS
“Oh mar inmenso el as misericordias de Dios, en vos me reclino en las luchas de la vida”.
“Espíritu Santo, sopla la vida de la gracia en mi alma y  la de la fe en los pobrecitos infieles”.
“Todos dicen que creen en el Evangelio, pero cuan pocos creen en su verdad”.
“Dios mío, como te mueven los gemidos del pobre que nosotros oímos con tanta indiferencia”.
“¡Oh Santo Evangelio, formula pedagógica de mi gran Maestro!”.
“Dios quiera que las misioneras se extiendan por doquier, como pabellón gloriosos, y que veamos al dios de nuestra alma conocido por todos y muy pronto”.
“Los pacíficos son los regadores de la paz. Son almas que llevan dentro de su un cielo y saben hacer felices a los que los rodean”.
“Me vi en Dios y como que me arropaba con su paternidad, haciéndome madre del modo mas intenso de los fieles”.
“Destrúyeme, Señor, y sobre mis ruinas levanta un monumento para tu gloria”.
“Entre los débiles y pequeños, el triunfo es reservado a la mujer”.
“Para salvar las almas es preciso ser un pozo de caridad y un milagro de paciencia”.
“¡Dios mío!, no me dejes reposo ni aquí en la tierra, ni ala en el cielo, mientras tu seas desconocido en el mundo”.

ORACION A LA BEATA LAURA MONTOYA
Oh Padre Eterno que creaste a la Beata Laura Montoya. Oh Hijo Divino que la redimiste con tu sangre preciosa. Oh Espíritu Santo que la santificaste con tus preciosos dones. Oh Augusta Trinidad, humildemente prostrados en tu divina presencia, te suplicamos por su intercesión nos concedas el remedio por esta necesidad.
Asimismo te pedimos, oh Dios mío, la gracia de su pronta canonización para tener como modelo a quien imitar y una protectora para que las misiones se extiendan y tu nombre sea conocido y amado en el mundo. Amen.
Se rezan tres Gloria al Padre…,
En honor a de la Santísima Trinidad

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